Este libro, con DVD incluido, de Carme Llimargas nos lleva, de un modo sencillo y ameno, a profundizar en el hecho de que para sanar nuestra vista hemos de sanar nuestra vida. El “punto de vista” que tenemos sobre las cosas incide directamente en la forma de ver. Los ojos son el espejo del alma, ¡un reflejo de nosotros mismos!
El hecho de afirmar que la visión se puede mejorar, incluso llegar a sanar, no es nada nuevo, pues hace milenios que en Yoga se practican ejercicios específicos para mejorar la agudeza visual.
Nos dice que, más recientemente, el Dr. William Bates, a principios del siglo pasado y tras amplias investigaciones, afirmó que era posible mejorar la visión deficiente que, de hecho, ésta no era originada por factores mecánicos sino por la combinación de respuestas físicas, emocionales y mentales a una situación de estrés.
El hecho de ver claro fuera está íntimamente ligado con el hecho de ver claro dentro.
Ya sabemos científicamente que el cerebro se comunica químicamente, no eléctricamente, llegando esta química, unida al pensamiento, a todos los rincones del cuerpo. Estos mensajeros químicos son los neuropéptidos y su función es la de comunicar las respuestas del cerebro –sensaciones, creencias e intenciones- por todo el cuerpo. Estas moléculas pensantes fueron descubiertas en el sistema inmunitario, esto quiere decir que las células del sistema inmunitario pueden pensar y sentir y que si nosotros estamos contentos, nuestro sistema inmunitario también lo está. Así, nuestras emociones y sentimientos afectan o influyen también en nuestra visión. Por ejemplo, si me siento feliz y contenta, expansiva, mi visión se amplía. Si tengo miedo, veo con miedo.
Carme nos habla de los ojos y su función física. Son dos órganos muy dúctiles, ya que están compuestos por más del 70% de agua.
Los músculos oculares modifican los ojos e intervienen en los procesos de enfoque. El estrés ocasiona tensión en ellos afectando al globo ocular. Los ojos son como cámaras de vídeo que captan las imágenes, luego procesa el ordenador central, que es el cerebro.
Lo ideal es que nuestros ojos tengan forma redonda, para que la imagen se proyecte en la retina y no fuera de ella.
Nos afirma Carme que la visión es un proceso multidimensional, que afecta y es afectada a su vez, por nuestros pensamientos, emociones y por nuestra personalidad. Cada síntoma de visión se ha podido relacionar con un determinado modo de ser, con una personalidad. Por ejemplo, todas las personas que padecen miopía tienen un rasgo de personalidad similar.
La disfunción visual empieza cuando nos desequilibramos, cuando perdemos la armonía, cuando, de algún modo nos “perdemos de vista”.
La causa suele ser un estrés emocional debido a una experiencia traumática. Muchos problemas visuales son el resultado de evitar mirar algún aspecto de nuestra vida.
Nos dice Carme que para clarificar la visión hemos de realizar un trabajo holístico desde los tres campos principales de actuación del ser humano: el físico, el mental y el emocional…abriéndonos a nuevas ideas y realidades.
Nos recuerda que somos seres de energía y que podemos crear nuestra propia realidad, nuestra verdad. Tener en cuenta nuestras decisiones, pensamientos, cuidar las imágenes mentales, pues ayudan a crear nuestra realidad; utilizar adecuadamente nuestras palabras, saber qué programas mentales tenemos, creados a lo largo del tiempo y en base a creencias y propias experiencias; atentos a nuestros miedos, que atraen lo que no queremos.
Todo esto va creando nuestro propio campo energético, nuestra vibración, nuestro “color”, en definitiva nuestro “filtro coloreado” que nos hará ver el mundo de ese mismo color particular.
Entonces, si hemos creado nuestra realidad… ¡también podemos cambiarla!
Decidirnos a hacer un cambio y establecer un objetivo, confiar y darnos razones para creer que se puede, afianzar el trabajo e identificarnos con el resultado.
Pensar en positivo, aprender a relajarnos y liberar la tensión que creó el síntoma visual. Carme nos habla de las diferentes referencias emocionales de varios síntomas de visión: miopía, hipermetropía, presbicia, astigmatismo, catarata, desprendimiento de retina, daltonismo, moscas volantes, glaucoma, ojo vago, ojo seco, estrabismo, queratocono, fotofobia, retinosis pigmentaria, conjuntivitis, ojos rojos, degeneración macular, orzuelos, ceguera.
Nos dice Carme que ver claro de nuevo significa retomar las riendas de nuestra vida, ser nosotros mismos, sentirnos libres de expresar al mundo quienes somos, sin miedos ni culpas.
Prólogo
Introducción
Información biográfica
El ojo y su función física
El concepto Holístico
El proceso para el cambio
Aprende a relajarte
Sana tu Vista, Sana tu Vida
La metáfora del síntoma:
¿Comprender o “darse cuenta”?
Retomar las riendas – Sentirse Libre
Conclusión
Ejercicios para mejorar la vista.